En el siguiente artículo vamos a analizar la tendencia histórica del mercado de valores. Antes de empezar, es importante tener en cuenta que vamos a tomar al Dow Jones Industrial Average, como sinónimo del mercado estadounidense (tal como lo han hecho muchos especialistas a través de los años, y por lo que fue inventado el índice propiamente dicho).
Esta misma metodología la utilizaremos para comparar la trayectoria de mercados bursátiles de otros países o regiones en próximos artículos, siempre y cuando la disposición de datos cronológicos nos lo permitan.
En este artículo pondremos a consideración la legendaria premisa de muchos inversores conocida como “buy and hold” (es decir, comprar y aguantar o mantener la decisión) sostenida por la idea que el mercado en el largo plazo siempre sube.
La tendencia general del mercado de valores
Para comenzar, vamos a observar el panorama general de la primera mitad del siglo XX a partir de un gráfico realizado por el reconocido inversor Ray Dalio, que nos permite una primera aproximación.
En su libro “Principios para enfrentar al Nuevo Orden Mundial” Dalio sugiere que en un gráfico de largo alcance, los momentos de crisis apenas se perciben en profundidad y duración, pero que en la práctica (y prestando especial atención a la escala de percepción de la vida humana) estos declives pueden ser especialmente dolorosos y duraderos.
En este sentido, es aceptable decir que la tendencia general de la bolsa tiene una característica “pro-cíclica“. Esto quiere decir en pocas palabras que profundiza las crisis y potencia el optimismo. Veamos el ejemplo que desarrolla en su libro.
En este gráfico se puede ver la cotización del mercado de valores de Estados Unidos, así como el desempeño de la actividad económica mundial. Como puede verse, la bolsa cayó alrededor de un 85 por ciento antes de empezar a recuperarse, mientras que en los peores momentos la producción se hundió alrededor de un 10 por ciento.
Ray Dalio – Principios para enfrentarse al Nuevo Orden Mundial – Pág. 38
Debe tomarse con cuidado la línea que grafica el comportamiento de la bolsa en este caso ya que refleja la rentabilidad acumulada, entendida como “la suma de las rentabilidades que una inversión ha generado durante un tiempo concreto” (ver más aquí).
Tendencia del Dow Jones respecto al PBI per Cápita de Estados Unidos
A continuación les propongo analizar con mayor detalle la tendencia del mercado (expresado históricamente con el índice bursátil Dow Jones) en comparación con el crecimiento del Producto Interno Bruto por habitante de Estados Unidos durante todo el siglo XX.
Algunas recomendaciones para leer correctamente el gráfico:
- Para esta representación elegí expresar el crecimiento en porcentaje, tomando al 1900 como 0%. De esta forma se pueden comparar las diferencias de crecimiento entre ambos valores con mayor claridad.
- El gráfico posee dos escalas. La escala izquierda corresponde al crecimiento porcentual del PIB per Cápita, y la escala derecha al Dow Jones.
- La escala temporal está dividida en décadas, salvo en el último caso que termina en 1997.
- Es importante tener en cuenta que a lo largo del siglo XX el Dow Jones ha sufrido cambios constantes en su composición, en términos cuanti y cualitativos. Eso lo veremos en otra publicación con mayor profundidad.
- Si precisan de mayor detalle, tengo los datos a disposición pueden pedirlos en los comentarios.
Breve análisis del gráfico
Algunas apreciaciones generales de los datos expresados en el gráfico serían los siguientes:
- Como era de esperarse, el crecimiento del PBI per Cápita es mucho más regular y estable aunque de menor escala (comparando con el crecimiento del Dow Jones). En un siglo el PBI per Cápita creció un 178% y el Dow Jones un 861% (se debe tener en cuenta los cambios en la composición del DJIA están debidamente ponderados).
- Como decíamos con anterioridad el mercado es procíclico, esto puede observarse en la profundidad de las crisis (Ej.: de 1930-40), y el salto optimista en los períodos de bonanza (Ej.: década de 1920, 1950, 1980 y 1990). Mientras tanto, el crecimiento del PBI per Cápita se desacelera pero nunca decrece.
Una conclusión interesante
De la simple lectura de estos datos se puede concluir que la idea de comprar y mantener ya que el mercado en el largo plazo siempre sube puede resultar engañosa.
No parece nada realista que los inversores puedan sostener posiciones perdedoras durante décadas. Piensen por ejemplo que aquellos que compraron el índice durante la década del 20 recién durante la década del 50 podrían ver algunos beneficios de su inversión, lo que implicaría un costo de oportunidad altísimo.
Podemos pensar también en ejemplos no tan extremos como el caso de aquellos que compraron en la década de 1960 y que aguantado dos décadas habrían obtenido únicamente un 23% de beneficios.
Debemos tomar con mucho cuidado algunas de las viejas premisas del mercado, que pudieron haber funcionado en algunas décadas en particular de la historia del mercado de valores estadounidense, pero que no son verdades universales.
Nos queda pendiente un análisis comparativo con otras bolsas del mundo y casos de empresas, todo esto lo abordar más adelante. Espero que la información te haya sido útil, y recuerda que podés consultarme lo que quieras a través de la caja de comentarios. Nos leemos en el siguiente artículo.
Licenciado en Historia y Profesor de Historia con Orientación en Ciencias Sociales – UNaM