El famoso Roque Sáenz Peña es el protagonista de la publicación de hoy. Según lo cuenta Rogelio Alaniz, el futuro presidente en su juventud experimentó un conflicto amoroso del que se sabe bastante poco, pero que tuvo consecuencias graves para su estado emocional.
Los rumores hablan de amores con una media hermana, vínculo familiar que el joven ignora al momento de iniciar las galanterías y del cual el padre, en una charla que podríamos calificar “de hombre a hombre”, lo pondrá en conocimiento y le advertirá sobre las inconveniencias de continuar con esa relación.
Se dice que Roque estaba enamorado de esa jovencita como nunca más iba a volver a estarlo de una mujer. Que a pesar del parentesco trató de continuar la relación, pero la presión familiar era muy fuerte y ni Roque ni su amada estaba decididos a quemar las naves por un amor que toda la sociedad, la sociedad porteña se entiende, condenaba.” […]
Dolorido y humillado por la mala suerte y el fracaso, Roque decide irse de Buenos Aires, irse lo más lejos posible y no regresar nunca más a la ciudad testigo de su pena. En 1879 marcha a Perú, a la guerra que este país acaba de iniciar contra Chile. […]
Se dice – pero en estos temas nunca se sabe con certeza – que Sáenz Peña fue a Perú a buscar la muerte. En principio no hay otra explicación que dé cuenta de los motivos que llevan a un joven abogado, con una promisoria carrera política por delante, aceptado y reconocido por el exigente patriciado porteño, a marchar a una guerra en donde no existía ninguna causa que movilizara sus afectos o creencias.
Rogelio Alaniz – Hombre y Mujeres en Tiempos de Progreso – Pág. 359
¿Se imaginan las consecuencias que pudo tener este conflicto amoroso para la historia del país? La famosa Ley Sáenz Peña no hubiera salido, y el fraude electoral seguiría desvirtuando la democracia por muchos años más.
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Licenciado en Historia y Profesor de Historia con Orientación en Ciencias Sociales – UNaM